Arriba!

Arriba el amor violento, los cigarros, el ron, las malas palabras, dormir hasta tarde, los baños de tina, los dientes bien lavados, el olor a gasolina, las narices perfectas y las pechugas de silicona. Arriba las mujeres y sus hijos, los padres responsables y las casas grandes. Arriba los jardines, las fuentes y los peces, las buenas costumbres y la comida rica, el pie de limón y la torta de tres leches, los panqueques con mermelada de durazno y el jugo de piña. Arriba los calcetines nuevos y los hombres que combinan las zapatillas con la polera, las mariposas y los colibríes, las misiones secretas y sapearte el fotolog. Arriba las tiendas exclusivas y los bares que se reservan el derecho de admisión, la playa y las lagunas, los perros chicos y de ataque, el lipgloss infaltable y los guantes sin deditos, las carteras bonitas y las botas que le combinan. Arriba los no celosos y el olor a tierra mojada, los tatuajes y los tatuados. Arriba el hombre perfecto al que nunca le hablé y se me fué, el hombre perfecto al que no le he hablado y que se me va a ir. Arriba el churrasco a las 5 a.m. y las sonrisas, los ojos inusuales y las lágrimas, los primeros besos y los millones por venir. Arriba el tío de la botillería que todavía vende cigarros sueltos y su acento portugués. Arriba los portugueses. Arriba el fútbol y El Mati. Arriba los condones de colores y las camas que no suenan, las duchas largas, el tequila, arriba el tequila, Brandon Boyd y sus libros, and the rock songs you can dance to.


Arriba tu hermano y yo abajo, bien abajo.